La semana pasada, cuando apenas se conoció la demanda de congelación de cuentas por parte de Exxon-Mobil, el Presidente llamó a Miraflores a varios de sus ministros y colaboradores para analizar la situación y decidir acciones. A medida que se iban conociendo detalles fue el caudillo quién le habría preguntado al presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, si le iba a presentar la renuncia por ese escándalo. Con su acostumbrado timbre vocal, un envalentonado Ramírez le habría contestado: "Usted no me va a hacer renunciar. Y le pido que no me amenace ni se atreva a botarme en público".
Palabras más, palabras menos, así fue el primer encontronazo de esa noche. A medida que se van conociendo detalles del conflicto con las operadoras, más cuestionamientos se acumulan en torno a la directiva de Pdvsa. Hay facsímiles que indican que la primera carta de Mobil Cerro Negro al Gobierno (copias al canciller Rodríguez Araque, a Rafael Ramírez y a la procuradora Gladis Gutiérrez) se envió el 26 de mayo de 2006 anunciando los incumplimientos de Pdvsa a la ley venezolana, la voluntad de llegar a un acuerdo y la aceptación que el Gobierno venezolano daba por llevar a la jurisdicción del Ciadi el arbitraje requerido, de no llegarse a un arreglo.
La Razón, el pasado domingo, presentó fotocopias de las comunicaciones decretando el embargo el 27 de diciembre de 2007, las conversaciones del abogado de Pdvsa con el juez anunciándole que viene sosteniendo conversaciones con Exxon-Mobil tras esa medida y que fue de conocimiento de la empresa venezolana el 4 de enero.
Muchas preguntas están en el aire: ¿por qué demoraron tanto en hacerlo del conocimiento del alto gobierno?; ¿cómo fue que durante ese mes se hicieron pagos apresurados a deudores amigos de los directivos sabiendo la medida que estaba ya tomada?; ¿qué parientes de los directivos están ganándose muchos billetes verdes con la selección de los bufetes y las negociaciones bajo la mesa?; ¿no es todo eso también "traición a la patria" como se ufanan de acusar a todo el que discrepe del despilfarro y la quiebra de la otrora exitosa petrolera nacional?; ¿le habrán contado al jefe que cuando los iraníes vinieron a hacer negocios con Pdvsa exigieron el arbitraje internacional para dirimir futuras diferencias y cuando les dijeron que no lo aceptarían desistieron?; ¿por qué insisten que el vicepresidente Dick Cheney y la secretaria de Estado Condoleeza Rice son de la directiva de Exxon-Mobil sabiendo que el primero perteneció a la firma de perforación Halliburton y ella fue directora de Chevron-Texaco, por cierto la petrolera que más lobby ha hecho a favor de Venezuela en EEUU y con la que guardan la mejor relación? Propaganda y guerra contra el imperio al que no pueden -por ahora- dejar de venderle petróleo
Fuente: Noticiero Digital - Nelson Bocaranda
jueves, 14 de febrero de 2008
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